El origen se remonta en el siglo XVII, cuando algunos ingleses comenzaron la cría de perros de caza que se adecuasen a la práctica de este deporte con escopeta. En la primera exposición canina celebrada en Inglaterra sólo se admitían perros de razas Pointer o Spaniel.
El pointer ha sido definido como el perro de caza por excelencia, en virtud de sus clásicas formas. Veloz e incansable cazador, orgullo de los apasionados de las grandes búsquedas por sus grandes cualidades, que sabe poner de manifiesto sobre terrenos llanos y limpios.
Dotado de un finísimo olfato sabe percibir el más leve olor de cualquier animal, incluso en climas cálidos y secos. Galopador incansable, de ánimo impetuoso y buscador veloz.
Las características de su modo de trabajar son la muestra muy firme, erguida y muy expresiva, y la guía decidida y vehemente. En el campo doméstico, esta raza se caracteriza por ser muy fiel, noble y cariñoso.
Tiene un tórax ancho, muslos y patas bien desarrollados y musculosos. Pies ovalados, con dedos arqueados. Cola de mediana longitud, gruesa en la base, se va afinando gradualmente hacia la punta, llevada a nivel del cuerpo. El pelaje es fino, corto, rígido, perfectamente liso y lustroso.
En varios casos el Pointer sufre de entropión, enfermedad coronaria, a veces de sordera; su esperanza de vida es de 12-15 años. El Pointer necesita por lo menos una hora ejercicio diario. En casa necesita espacio para ejercicio al aire libre. El Pointer puede vivir al aire libre en climas templados a cálidos, siempre y cuando se le da una cama suave y un refugio cálido.
La altura a la cruz deseada, para el macho, es de 63 a 69 cm, para la hembra de 61 a 66 cm. En los machos el peso oscilará entre los 20 y 30 kg.