Dicen del mono que es nuestro pariente mas cercano, y si se trata de parientes, entonces los animales mas lejanos pueden ser los reptiles por su antigüedad, pero parientes al fin y al cabo. Por tanto si les tenemos apego debemos conocer sus gustos y necesidades.
Quien posea un reptil debe conocer su hábitat y construirle un hogar adecuado. Debe darle el espacio, la alimentación y el ambiente del que sea originario genéticamente aunque el haya nacido en cautividad, deberemos procurarle pareja que asegure su descendencia para garantizar la pervivencia de las especies.
Las fascinantes y centenarias tortugas de tierra son un claro ejemplo. El avance de la llamada civilización ha destruido sus habitats naturales (quizás irremediablemente en muchos casos) y los nativos las buscan para comer su carne, para su supervivencia, y por su caparazón para venderlo como souvenir. Garantizar la supervivencia de las especies debe ser el único objetivo cuando alguien se aficione a estos animales.
Cuidado para los reptiles
Aprendamos en cada caso el tipo de suelo, la decoración, la temperatura (y sus variaciones), la humedad, el aporte vitamínico de la luz ultravioleta, los suplementos vitamínicos necesarios, la revisión de un especialista, la alimentación más adecuada y variada, la limpieza, los baños, los escondites, los riesgos para su salud y saber interpretar problemas.
Aprendiendo todo esto conseguiremos su óptimo estado de salud para la reproducción y con ello habremos conseguido nuestro objetivo. Quien cuida reptiles de forma adecuada sabe de las satisfacciones que aportan estos seres extraños, quizás no tan lejanos como creemos.